jueves, 15 de enero de 2009

Cuando pasa el temblor

Cientos de informaciones nos han inundado acerca del terremoto que sufrió Costa Rica el pasado 8 de enero. Cuarenta segundos fueron suficientes para destruir lo que cientos de familias habían construido durante años. El panorama es realmente desgarrador y lamentable.

Luego de transcurridos 8 días he estado reflexionando profundamente para encontrar un aprendizaje de toda esta desgracia... ¡y lo encontré!

Como madre de familia constantemente me pregunto: ¿estoy haciendo un buen trabajo con mis hijas? ¿les estoy transmitiendo los valores en que creo? ¿llegarán a ser buenas personas?

Supongo que las dudas que me asaltan no son de mi dominio exclusivo, por el contrario, a muchas madres y padres de familia deben atormertarlos continuamente.

Bueno, pues en medio de toda esta situación, pienso que una tragedia como la acontecida en Alajuela, Costa Rica debe ser motivo de análisis y reflexión familiar. Sin importar la edad de nuestros hijos esta conyuntura nos ofrece un momento especial para conversar con ellos acerca de la solidaridad, el dolor ajeno y el poco valor que tiene lo material.

¡Anímese! Pregunteles a sus hijos qué piensan de lo que está pasando y cómo creen ellos que pueden ayudar. Yo ya lo hice y me siento muy satisfecha del resultado.